Industria manufacturera: motor de la economía española
La industria es la actividad destinada a transformar recursos para ser consumidos por la población, por lo que representa un sector esencial en el conjunto de la actividad económica de los países desarrollados.
En España, el sector industrial llegó a generar una cifra de negocio de 928 mil millones de euros en el ejercicio de 2022, según el INE, con un total de casi 200.000 empresas ubicadas principalmente en Cataluña y Madrid.
Tiempos de desaceleración e incertidumbre
Si bien el sector industrial es uno de los principales motores económicos de España, las empresas productoras se encuentran actualmente en una situación de debilitamiento y desaceleración, fruto de múltiples factores.
La inestabilidad de la cadena de suministro, las dificultades que afronta el sector logístico, la escasez de mano de obra cualificada, el encarecimiento de la materia prima y la inflación son los principales retos a los que se enfrenta la industria.
Todo ello, con el telón de fondo de los conflictos en Oriente Próximo y Ucrania, que añaden mayor inseguridad.
Cómo flexibilizar decisiones en tiempos fluctuantes
En este complejo escenario, invertir en nuevos proyectos puede suponer un riesgo a menudo difícil de asumir. A su vez, las empresas deben adaptarse a requerimientos cada vez más exigentes de los consumidores.
Por ello, es vital desarrollar una estrategia de toma de decisiones ágil, acorde a las exigencias de cada momento. La flexibilidad y reversibilidad devienen esenciales.
- Planificar estrategias de acción a corto plazo, aunque siempre con una mirada al futuro.
- Buscar soluciones creativas, alternativas y que generen oportunidades de negocio inmediatas.
- Implementar sistemas de toma de decisiones ágiles y sin intermediarios.
- Eliminar barreras burocráticas.
- Elegir opciones reversibles y adaptables a cambios del mercado.
Tendencias para el presente de la industria
Con el fin de minimizar los efectos de esta crisis, que afecta a nivel mundial, el sector industrial se enfrenta a importantes retos de renovación, adaptación y reinvención.
- Transformación de los negocios hacia modelos más tecnológicos y digitales.
- Establecimiento de una cadena de suministro sólida, resistente y flexible.
- Focalización en la prolongación de la vida útil de los productos.
- Uso de materias primas de producción sostenible y biodegradables.
- Mejora de la experiencia del cliente.
- Cambio de global a local, apostando por una producción de km0.
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