Los repentinos cambios en el mercado, ya sea relacionados con la fluctuación de la demanda, los posibles cambios en la legislación vigente o la variación de los costes de la materia prima, entre otros, exigen a las industrias tomar decisiones seguras, flexibles y reversibles.
Una de las opciones es externalizar el servicio, contando con el apoyo de almacenes frigoríficos de terceros. Si bien es cierto que se trata de una solución inmediata y totalmente a medida -se contratan solamente los huecos necesarios-, el productor pierde completamente el control sobre el producto y sus procesos, además de tener unos costes generalmente elevados por el traslado de la mercancía, con el consecuente riesgo de romper la cadena del frío.
En este caso, existen varias posibilidades:
Por un lado, se puede plantear la inclusión de una cámara climática fija, la cual se integrará en la cadena de producción, ahorrando así tiempos operativos y garantizando una trazabilidad completa a tiempo real.
Aun así, se deberá tener en cuenta que el tiempo de construcción, instalación y puesta en marcha suele ser largo y costoso, además de requerir permisos de obra y administrativos. La fecha de entrega final del proyecto, suele ser incierta por los posibles contratiempos que puedan surgir, lo cual hará indispensable, igualmente, contar con otra solución temporal durante este periodo.
Para evitar estos inconvenientes, se podría apostar por la contratación de un contenedor reefer -los hay en venta y en alquiler- lo cual representa una opción económica, inmediata y ubicable en las instalaciones del cliente.
Su precio reducido se debe a la sencillez constructiva y del equipo de frío, el cual requiere de un consumo energético muy elevado.
Además, no cuenta con prácticamente ninguna media de seguridad -ni para el producto ni las personas operarias- ni cumple con las normativas pertinentes. El suelo estriado de un contenedor reefer y su reducida anchura (de solamente 2,20m de espacio interior), dificultan en gran medida el uso de transpaletas, por lo que el producto deberá ser transportado a mano, ralentizando enormemente esta operación.
Para ver una comparativa entre un contenedor reefer y una cámara frigorífica de Dawsongroup, en cuanto a las posibilidades de almacenamiento en temperatura controlada, visualice este vídeo.
En base a todas estas circunstancias y tras años de escucha activa sobre las necesidades de la industria en general y nuestros clientes en particular, Dawsongroup ha diseñado una solución innovadora y efectiva ante la escasez de almacenaje frigorífico.
El resultado ha sido el lanzamiento al mercado de una cámara frigorífica portátil, instalable en la planta de producción o nave industrial, tanto en interior como en exterior conectada con el edificio principal. De este modo, se evita tener que sacar el producto de la cadena de producción y se mantiene el control y la trazabilidad absoluta sobre el mismo.
Además, hemos añadido prestaciones premium a la gama portátil de cámaras climáticas, para hacerlas 100% fiables: acabados de alta calidad, sistemas de seguridad y trazabilidad, eficiencia energética.
Sus características constructivas, con modelos de entre 6 y 15 metros de largo, permiten adaptarse a las necesidades de espacio y capacidad de cada cliente. Además, su ancho interior de 3,58m facilita el picking y la rotación de stock con transpaleta eléctrica, con el consecuente ahorro de tiempo y costes en personal.
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